📮¿Cómo viene tu 2022?📮 - De mí para vos #35
Hola, ¿cómo estás?
Hoy es el día 198 del año. Es decir, la mitad exacta del 2022 pasó hace aproximadamente quince días.
Estaba pensando en algo que, si me conocés hace tiempo, seguramente me hayas escuchado decir. Noviembre y diciembre suelen ser, cada año, meses de locura.
Locura porque hay que apurarse para terminar (o empezar) lo que no se hizo durante el año. Porque hay que comprar mil regalos para personas que probablemente, aunque hayamos estado cerca geográficamente, no nos interesó verlas con frecuencia.
Tensión, porque por un lado se imponen reuniones que muchas veces “dividen” a la familia; y por otro lado, porque también se nos impone pasarla bien, arrancar bien, terminar bien, tener una FELIZ navidad y un FELIZ año nuevo.
Como si fuera poco… se activa cierta locura interna donde parece que no es el año el que termina, sino la vida misma. Y entonces las personas hacen balances, y además intenciones o deseos para el año que comienza.
Es como si enero fuera un gran lunes. Ese lunes al que nos referimos mil veces en el año como punto de partida y comienzo del gimnasio, la dieta, y tantas otras cosas más.
Y de repente van pasando los meses y escucho que la gente se sorprende y lo comenta, y cuando nos queramos dar cuenta, supongo que estaremos deseándonos mutuamente un feliz 2023.
Pongamos un STOP, entonces.
Porque hace unos días te envié un newsletter con un ejercicio para que visualices de manera más clara tu rutina y organización cotidiana. Si no lo leíste, te invito a que lo hagas y te tomes el tiempo de hacer ese ejercicio ya que, hecho a conciencia y en calma, puede aportar muchísimo.
Luego de hacerlo podrías volver a este correo porque, como te decía más arriba, estamos a mitad de año. Y me parece un momento muy propicio para evaluar lo que hayas deseado para vos en este 2022. Cuando digo “evaluar” no lo planteo como un examen ni mucho menos un balance melancólico. Sino más bien, la posibilidad de observar si lo que te propusiste o deseabas, estaba a tu alcance y dentro de tus posibilidades.
Además, aquello que deseabas, ¿era un deseo genuino tuyo? porque quizá no sea casual que a esta altura del año todavía no hayas hecho nada para concretarlo.
¿O será que tal vez no hay lugar para tus deseos? Y entonces, ¿de quién son los deseos que creés que deseas?
Te invito a este análisis profundo de tus anhelos, deseos, expectativas, y demás.
Porque cuando de alguna manera los otros (que viven en uno), se apoderan de los propios deseos y hasta de nuestra capacidad de desear, tal abandono de uno mismo sale caro, muy caro.
Ojalá que te tomes en serio esta tarea, ya que no hay peor error que caer en el pensamiento más común que es “no cumplo con nada de lo que me propongo” o “dejo todo por la mitad”, o “no sé que quiero”. Detrás de esto se esconde mucho más. Y como siempre digo, no tenemos por qué vislumbrarlo en soledad, muchas veces podemos necesitar y/o desear alguien que nos ayude a poner un poco de luz, de claridad en nuestra vida.
Que tengas un buen domingo.
Cariños,
Danny.