📮¿Tu vida es un desorden?📮 - De mí para vos #33
En estos días me encontré una frasé por ahí, que dice:
“Usa el fin de semana para construir la vida que querés, en lugar de intentar escapar de la vida que tenés.”
Personalmente, yo me siento identificado de manera positiva con esa frase. Mis fines de semana transcurren desde un lugar de distensión, descanso, actividad física y también productividad. ¿Por qué será que separo la palabra" “productividad” de todo el resto? Bueno, descansar y disfrutar para mí también es productivo. Sin embargo, lo separo porque no es poca la gente con la que hablo, que sienten una especie de culpa en sus momentos de descanso o juego.
Entonces pensaba, ¿cómo puedo aportar, de alguna manera, a quienes se sientan identificados de forma negativa con esa frase que hoy te traje?
Bueno, charlemos un poco:
Por cuestiones de que el mundo funciona así, es sabido por todos que la semana contiene una costumbre de realizar tareas más relacionadas con la responsabilidad y las obligaciones. Es simple: los bancos, las empresas con sus respectivas oficinas, las fábricas, el correo, y muchos otros lugares a los que vamos a hacer trámites, abren de lunes a viernes. Es decir, los días “hábiles” o en inglés, “business days”. Qué curioso que se llamen así, ¿no?
Los comercios que permanecen abiertos también el fin de semana son los shoppings, cafeterías y restaurantes, centros de belleza, parques de diversiones, entre otros. A esto se le agrega que los fines de semana abre una cantidad de discotecas mayor a la de la semana, pueden haber ferias, recitales, espectáculos de todo tipo. Es decir, lugares relacionados con el paseo, el tiempo disponible, menos trabajo y responsabilidades.
Entonces podríamos pensar que el curso habitual de la vida exterior, nos está dando un mensaje.
Ahora, ¿qué pasa cuando sentimos que el fin de semana se nos escurre de las manos? ¿qué sucede cuando sentís que el lunes es como una especie de monstruo que viene a arruinarte la existencia?
Porque muchas veces, este “bajón” de los domingos está muy relacionado a una especie de lamento porque el fin de semana está, justamente, finalizando.
Se me ocurren varias cosas: la primera es que estás “gastando” tu fin de semana en lugar de invertir en él. La segunda, es que tu rutina semanal tiene muchas situaciones a las cuales te sobreadaptaste, ya sea por sometimiento, por costumbre o por falta de registro de vos (o todas juntas), y te pesa. Y claro, si a un niño lo arrastramos constantemente a situaciones o lugares en donde no quiere estar, y no le damos a elegir nada… ¿no estaría molesto? Y pongo el ejemplo de un niño porque normalmente, son más genuinos y en consecuencia más honestos que los adultos.
Aunque este tema de para hablar mil horas, quiero pasar a una parte práctica que te sirva para mirarte y registrarte mejor. No te exijas si no podés concretar este ejercicio a la primera, en todo caso podés tomarlo como una idea, un puntapié inicial como propuesta a que tus días transcurran desde un lugar de mayor conformidad con vos.
Vamos:
Tomá papel y lapiz, o abrí un archivo de notas en la computadora/celular. Lo que más cómodo te resulte.
Dividí esa hoja en horarios, el primer horario tiene que ser la hora en la que te levantás, y el último, aquella en la que aproximadamente te dormís.
Ahora, escribí tarea por tarea, día por día, todo aquello que hacés, de lunes a domingo.
Puede sucederte que no sepas, que no puedas hacerlo con fluidez. Entonces te recomiendo que simplemente vivas tus días como siempre lo hacés, y que durante el transcurso o al final de cada uno, completes este ejercicio.
También puede que te salga con mucha fluidez, y no significa que esté mejor hecho. También puede significar que tus días están demasiado esquematizados. Sólo vos podés saber si eso te hace bien o no.
Voy a ponerte un ejemplo inventado para que podamos entendernos mejor:
7am: me levanto
7.15am: me baño y luego me visto
7.45am: tomo el desayuno
8.15am: salgo al trabajo
9am a 5pm: permanezco en la oficina
5.45pm: llego a casa, como algo rápido y salgo para el gimnasio
7.30pm: llego a casa nuevamente, habiendo comprado lo necesario para cocinar
8pm: mientras se termina de cocinar la cena, me baño
9pm: lavo los platos y dejo la cocina ordenada
9.30pm: ya estoy acostado, leo un rato o miro TV
10.30pm: me duermo
Este es un ejemplo de alguien que evidentemente no tiene hijos, vive solo, y que parece ser de un día laboral. Lo que quiero que observes es que fui detallista con los horarios y con las tareas. Así es como te propongo que lo desarrolles.
Una vez que tengas al menos un día hecho, o al menos un día hábil y también el fin de semana (lo ideal sería tenerlo completo), te invito a que observes lo que escribiste, en silencio, y simplemente registres qué te provoca tu rutina.
Algunas preguntas que pueden ayudar:
¿Lo que anotaste, te provoca satisfacción o insatisfacción?
¿Te agobia o ahoga?
¿Encontrás huecos de tiempo que pensabas que no tenías?
¿Cuánto tiempo pasas en redes sociales, lo registraste?
¿Para qué usas tus fines de semana?
¿Hay hábitos que tomaste y que actualmente no te son útiles?
Práctica y teóricamente, te dejo mucho por hacer.
No subestimes este ejercicio. Si te lo tomás en serio, puede funcionarte muy bien.
Si alguna parte de este correo te gustó mucho, podés reenviársela a quien quieras, o bien compartir una captura de pantalla en tu instagram. No te olvides de etiquetarme como @danielmartinez.ok así puedo compartirla en mis redes.
Te deseo un buen ejercicio, con mucha honestidad de vos hacia vos.
Con cariño,
Danny.