Ey… Hola! ¿Cómo estás?
Sí, sí. Ya sé que no es domingo, y este correo se envía los domingos. Por distintos motivos no he escrito en estos últimos días -el lanzamiento de mi siguiente libro está cercano y además, no puedo ni quiero negar que para mí también está terminando el año-, y quería adelantarme al fin de semana por el comienzo de este nuevo año.
Tengo este mail en mi cabeza hace semanas y aquí estoy haciéndotelo llegar, porque creo que está colmado de deseos sentidos y realizables que quisiera que logres, con todo cariño. Y que quizá te conmueva lo suficiente como para, así cómo está, trasladárselo a quien vos aprecies, en forma de tus propios deseos para el bien de esa persona.
Primero que nada y no en modo de despedida, sino de oportunidad para expresar, quiero decirte, como siempre: GRACIAS POR ESTAR.
Sé que somos una comunidad que no se conforma con grises o con tibiezas, que necesitamos decir las cosas de frente. Eso también puede ser conmovedor, y sacudir hasta las memorias más arrinconadas.
También creo que la vida de cada uno merece ser vivida y sentida por honor a uno mismo. No puede ser casualidad que estemos acá.
Entonces, mi propósito tiene que ver con que despiertes, con que te des cuenta de que todo es transitorio: ¿cuándo vas a empezar a vivir tu propia vida?
Por eso te digo GRACIAS, por animarte a salir al aire conmigo en mi programa o cara a cara en un live de instagram, cuando en verdad ambos sabemos que no sólo vos y yo estamos escuchando la charla.
Por ser espectador u oyente de esa charla y quedarte a escuchar verdades de otro que a veces también son o fueron tuyas.
Por participar con un comentario describiendo situaciones profundas de tu vida, y compartirlo conmigo.
Por animarte a indagar en vos, emprendiendo conmigo un camino arduo de crecimiento mediante las consultas, o incluso un proceso psicoterapéutico.
Por compartir lo que encontrás aquí, con quien creas que le pueda ser útil.
Siempre digo que los cuentos nos facilitan la comprensión. Entender es más simple con un cuento porque, ¿a quién no le gustaba que le cuenten un cuento, cuando era niño/a?
Fiel a mi estilo, te regalo este cuento que formó parte de mi libro “Decisiones” y que me encanta.
A tu salud:
“Mientras estaba en un aeropuerto, un padre conversaba con su hija en sus últimos momentos juntos antes de que partiera el avión. Se anunciaba la salida del vuelo que ella abordaría y junto a la puerta la escuché que decía:
-Papi, nuestra vida juntos ha sido más que suficiente.
-Tu amor es todo lo que siempre necesité y te deseo lo suficiente a ti también. -le dijo el padre-.
Se besaron para despedirse y ella se dirigió hacia el sector de embarque.
Aquel hombre caminó hasta la ventana, junto a la silla donde yo estaba sentado. Me di cuenta de que miraba hacia afuera, como queriendo lograr que nadie lo viera mientras las lágrimas brotaban de sus ojos. Intenté no ser un intruso en su privacidad, pero al notar mi presencia, me preguntó:-¿Alguna vez dijo adiós a alguien sabiendo que sería para siempre?Y respondí a su pregunta con otra pregunta:-¿Por qué es este un adiós para siempre?-Soy viejo y ella vivirá muy lejos, estoy bastante delicado de salud y seguramente ya no vuelva a verla.No pude con mi curiosidad, y por lo tanto necesité preguntarle algo más, aunque él se diera cuenta de que yo había escuchado la conversación que mantuvo con su hija:-Cuando se despidió de ella, le dijo “te deseo lo suficiente”. ¿Puedo preguntarle qué significa?Empezó a sonreír, y luego me explicó:-Ese es un deseo que ha pasado de generación en generación en mi familia. Mis abuelos se lo decían a mis padres, y mis padres a mí.Hizo una pausa. Mirando hacia la pista a través de la ventana, parecía que trataba de recordar en detalle. Sonrió una vez más.-Cuando nosotros decimos “te deseo lo suficiente”, estamos deseándole a la otra persona que tenga una vida llena de suficientes cosas buenas que la sostengan. Hizo una pausa, como recorriendo esas cosas en su mente, y continuó compartiendo conmigo, casi como recitándolo de memoria:
-Te deseo el suficiente sol para mantener tu actitud brillante.Y también te deseo la suficiente lluvia para apreciar más el sol. Te deseo la suficiente felicidad para mantener tu espíritu vivo. Y el suficiente dolor para que los pequeños placeres de la vida te parezcan más grandes. Te deseo la suficiente ganancia para satisfacer tus deseos. Y la suficiente pérdida para apreciar todo lo que poseés. Te deseo los suficientes «hola» para que te ayuden a atravesar amorosamente algún «adiós final».
Entonces, empezó a sollozar y se alejó.“
Yo me quedé pensando: aquel hombre tenía razón. Se necesitaba lo suficiente de todas esas cosas para entender el sentido de la vida y lograr la comprensión y el equilibrio necesarios.
Te deseo lo suficiente. Ni el exceso, ni la carencia… lo suficiente.
Si querés escuchar este cuento grabado con mi voz, podés ir a mi canal de Spotify haciendo clic aquí.
Si te gustó lo suficiente 😉, podés hacer una captura de pantalla y publicarlo en tus historias de instagram etiquetándome para que lo vea, e incluso etiquetando a quienes quieras incluir en este deseo.
Muchísimas gracias por estar año a año.
Deseo que tengas un gran 2022, y una buena vida.
Cariños…
Danny.
Gracias gracias gracias Daniel te deseo lo suficiente , feliz 2022 y buena vida y como decis vos gracias por estar ayudándome a estar mejor
Gracias a lo suficiente, y que sea eterna compañía lo suficiente para todos!!! Lo suficiente hábil para descubrirnos. 💞🙏Gracias... Gracias ...Gracias!!!