Es posible que a partir de un padecimiento, uno descubra algo nuevo de sí mismo y, sin haberlo buscado -al menos conscientemente- pueda utilizar este padecimiento para crecer.
También, es posible que no alcancen ni veinte mil padecimientos para que una persona crezca. E incluso, puede que estos sean puras repeticiones, es decir, tropiezos siempre… siempre, con la misma piedra.
Hay a quienes la vida les duele mucho, les incomoda terriblemente. Y aún así, no crecen. No necesariamente se crece a partir de una situación de dolor.
Claro que a partir de una crisis, se puede crecer, pero estos conceptos no están obligatoriamente relacionados.
Aquí en Argentina hay una frase muy conocida que dice “Lo que no te mata, te fortalece”. Y de esta y tantas otras frases, me río seguido. Porque creo que a veces sirven como “consuelo de tontos”. Es decir, para que alguien pueda alegrarse de que algo no lo mató, pero lo fortaleció (porque si lo dice la frase…) y seguir siempre igual.
Para mí, lo que no te mata, simplemente no te mata. Y vos podés hacer de ello una situación de crecimiento y fortaleza… O NO.
En esto encuentro mucho a la gente que, como todos, no deja de tener problemas. Pero dentro de esta característica están los que siempre tienen el mismo problema, cambian de trabajo pero se sienten igual que en el anterior. Su pareja es nueva pero, la insatisfacción hace que parezca la última que tuvo. Y llevan años, años y años hablando de lo mismo, incluso desde la misma perspectiva.
A veces, incluso, estas personas ya se inclinan por generalizar su problema: “todos los hombres/mujeres son así”, “la gente no escucha”, “todo el mundo maneja mal”, “de los cuernos no se salva nadie”, “nadie quiere trabajar”, y podemos seguir…
Me gusta llamar a estas personas “los especialistas del NO-CAMBIO”. Ya que, generalizar es una forma de poner la responsabilidad o culpa en el afuera, en toooodo el mundo, en todos los hombres o mujeres, en todos los jefes, en que todo el mundo es infiel, como forma y dificultad de ir para adentro y preguntarse, por ejemplo: ¿por qué es así MI relación con mi jefe?, ¿por qué siento que nadie me escucha?, ¿por qué me pongo tan nerviosa/o cuando manejo mi auto?, ¿por qué en todas las parejas que he tenido, me fueron infiel teniendo sexo con otra persona?, ¿por qué todos los hombres/mujeres con las que establezco una relación, se parecen tanto?
Entonces, estos especialistas del NO-CAMBIO, viven una vida que piensan que es manejada por una especie de cosmos (bastante perverso), cual titiritero maneja y mueve sus muñecos a través de cuerdas y palitos.
Y creen realmente que el problema está afuera. Y se les pasa la vida. Y durante su vida, no les pasa nada. O al menos nada bueno… porque critican a todo y a todos, sin dejarse afuera.
Lamento, y no tanto, si en alguna parte de vos te considerás especialista del NO-CAMBIO.
La peor de las verdades es mejor que la incertidumbre.
Al menos si podés considerarte parte de este tipo de personas -temporalmente, porque darse cuenta es un gran primer paso- es bueno que sepas que tenés la posibilidad de gestionar la inmensa mayoría de lo que nos sucede. No es Dios -si creés en alguno-, ni el cosmos, ni mercurio retrógrado quien te maneja. Lo que te sucede y por qué te sucede, lo que sentís y por qué lo sentís, se puede analizar de forma particular para que no vuelva a sucederte. Para que te tropieces con una piedra distinta -eso ninguno de nosotros se lo puede evitar- pero que por favor, ¡sea distinta!
En este áspero, pero claro y esperanzador correo de domingo, me despido deseándote muy poco tiempo más en esta agrupación de especialistas del NO-CAMBIO.
Si alguna parte de mi reflexión te gustó y te parece que le puede servir a alguien más, podés sacarle una captura de pantalla y subirla a tus historias de Instagram, etiquetándome, así la puedo compartir yo también.
Buen domingo,
Danny.
No sabría diferenciar si estoy dentro de ese grupo, porque dentro de mi profesión el mundo es muy pequeño y.comercializado. Pero si es cierto que voy siempre por el cambio positivo aún sabiendo que el ambiente ideal no existe. Muy bueno el post.