📮Ser la oveja negra📮 - De mí para vos #31
Es habitual encontrarme, tanto en mis consultas como en las charlas al aire de mi programa, con alguna persona que asegura que siempre se sintió externa a su familia. Incluso, estas personas plantean tener tal magnitud de esa sensación, que confiesan que alguna vez se cuestionaron el hecho de no ser hijos/as biológico de sus padres, sino adoptados/as.
En este correo intento explicar un poco de qué se trata y de dónde viene este concepto; y además, mostrarte distintas maneras de transitar -o lidiar, según como te lo tomes- con este rol implícitamente adjudicado.
¿De dónde viene esta expresión?
Un poco de teoría no le hace mal a nadie…
La frase describe lo que pasó cuando un gen recesivo causó el nacimiento de una oveja negra en lugar de blanca. Estas ovejas, obviamente, se destacaban del rebaño. Además, su lana se consideraba menos valiosa. Alrededor del siglo 18 es cuando esta expresión tomó una concepción peyorativa, tal como la conocemos hoy, con la intención de implicar rebeldía.
Actualmente, “oveja negra” es un término que se utiliza para describir a alguien que parece ser el extraño o distinto, de alguna manera, de su familia de origen o de algún tipo de grupo al que pertenezca.
¿Qué implica ser la oveja negra de la familia?
Implica ser el diferente dentro de un grupo familiar. Las diferencias entre la oveja negra y el resto de los miembros de la familia, normalmente no son bienvenidas ni compartidas por el resto de los familiares. Es más, muchas veces se considera que esa persona no se adapta y no sigue las costumbres o hábitos familiares. Claro que estas diferencias pueden ser pocas o sutiles, o varias y alevosas. Dependiendo de su magnitud y, por supuesto, de cómo sean percibidas e interpretadas, se desencadenarán consecuencias en la familia.
¿Quién establece esas diferencias?
No hay un “quien”. Dentro de una familia, existen normas o reglas que no han sido escritas, pero que son conocidas y aceptadas por todos sus miembros. Para que la familia “funcione” (y lo pongo entre comillas porque no hablo de que la familia sea funcional, sino de que funcione dentro de los esquemas que están establecidos en ella, que no necesariamente son sanos), son necesarias estas reglas.
Diferenciarse produce miedo
Tanto para los miembros de la familia adheridos a sus normas, como para la oveja negra, diferenciarse es motivo de miedo. Para el que es distinto, miedo de ser marginado, de no ser querido, de ser objeto de crítica e incluso de agresión. Y para los que están cumpliendo las reglas de la familia, la oveja negra es molesta, porque muchas veces pone en evidencia cuestiones que también ellos poseen, sólo que no las exteriorizan.
Nos relacionamos más fácilmente con quien “mejor” nos hace sentir
Esta frase aplica para todo vínculo, dentro de todo ámbito. No obstante, sigamos hablando de la familia: te contaba que la oveja negra puede provocarle, al resto de sus familiares, cuestionamientos internos para los cuales muchas veces no están preparados o predispuestos. Esto les produce, a ambas partes, dificultades para relacionarse. Sobretodo porque las diferencias que sostienen, no son aceptadas por el otro. Entonces, la separación entre los miembros, la dificultad de relacionarse, se hace más profunda todavía. Esto sucede porque desde un aspecto cómodo, muchas veces nos acercamos más profunda y frecuentemente a quien más fácil nos resulte: a quien no nos haga cuestionar aspectos de nuestro propio ser. Esto da para hablar muchísimo, y para cuestionar el título de este párrafo: ya que quien “mejor” nos hace sentir, entonces, sería quien no nos propone corrernos de un lugar en donde estamos acomodados, pero no cómodos.
Entonces, ¿no es personal?
No, me atrevo a decir que en la gran mayoría de los casos, no tiene por qué serlo. Entiendo que la oveja negra de la familia piense que sus familiares están en su contra. Pero esto no supone estar en contra del que es distinto, sino más bien estar en contra de lo que el distinto provoca en uno. Por supuesto que esto se traduce, como decía más arriba, en diferencias, críticas, agresiones y hasta distancia, ya sea desde el grupo familiar hacia la oveja negra, o viceversa. Entonces, entiendo que se tome de forma personal, pero te invitaría a pensarlo de esta manera también. Y además, otra cuestión. Las ovejas negras se llenan la boca hablando de la no aceptación de su familia. Y yo te pregunto, ¿cuánto estás aceptando tus decisiones y deseos, sobretodo aquellos que te diferencian de ellos? Porque diferenciarse también es complejo, ya que uno siente que se aleja, o bien, que desobedece las reglas.
Si estás leyendo esto y no te considerás oveja negra, pero sí sentís que hay una en tu familia, también va para vos: esta oveja negra no está en contra de la familia. Simplemente, no sabe como acercarse a este grupo de personas en donde paradójicamente nació y creció, pero se sostienen diferencias que no son aceptadas de ninguno de los dos lados.
Las diferencias no son exclusivamente positivas, ni exclusivamente negativas
Esta oveja negra puede estar tomando decisiones para su bien: mudarse a la ciudad que desea, estudiar la carrera que le guste aunque no haya sido “aprobada” por su familia, definir su orientación sexual en base a su deseo y no a lo que esperan de él/ella, etc.
También puede estar tomando decisiones que no le favorezcan: consumir drogas, recurrir a la delincuencia o sostener situaciones violentas de vez en cuando, autolesionarse, entre otras.
Tanto positivas como negativas, o mejor dicho: sanas o no, ambas pueden servir como “tapa” de la parte enferma de la familia. Es decir, si tanto se habla de la oveja negra, y de que siempre busca ser diferente, y de que oooootra vez tuvo una recaída, etc., entonces poco lugar habrá para hablar del resto de los síntomas de la familia. Pero si escarbamos un poquito -y esto se ve mucho cuando tenemos la oportunidad de conversar no solo con el paciente, sino con uno o varios familiares- vamos a encontrarnos con que estas diferencias pueden verse también como similitudes.
La rebeldía y el sometimiento son dos caras de la misma moneda…
…decía Freud. Porque cuando te sometés, estás preso de la voluntad del otro. Y cuando te rebelás, buscás hacer todo lo contrario a lo que creés que el otro desea que hagas. Entonces, desde ambas posturas estás actuando “de acuerdo” a ese otro, y no desde una decisión autónoma y genuina.
Por lo cual, quizá puedas ver que todo esto de la oveja negra, también puede ser un papel necesario que ayude a la familia a evolucionar. Por supuesto que esto dependerá de cada caso. Sin embargo, conviene que puedas transitar tus acciones con base en tus deseos, ya sea que eso te haga parecerte a cualquiera de tus familiares.
¡Basta por hoy!
Te deseo un muy buen domingo, seas oveja negra u oveja blanca, estoy seguro de que este correo te dejará mucha tarea cerebral.
PD: Recordá que si te gustó mucho este correo, podés sacarle una captura de pantalla a algun fragmento y subirlo a tus historias de instagram. Etiquetame así puedo verlo y compartirlo.
Cariños,
Danny.