📮"Poner límites en una familia tóxica"📮De mí para vos #8
Decime si hoy no está ideal para leer este correo…
Al menos acá en Buenos Aires, llueve desde temprano, por momentos para, y se mantiene nublado y fresco.
Café, mate, té, manta en el sillón (o en la cama, si todavía no saliste de ahí 😝), y te invito a leer.
En el 📮De mí para vos del domingo pasado estuvimos hablando de las familias tóxicas: cómo reconocer si te criaste en una o si estás contribuyendo a que la familia que creaste lo sea, por qué es tan importante registrar esto, qué consecuencias trae en la vida adulta, y varias cosas más. Te diría que antes de continuar, vayas a leerlo y darle un repaso.
Prometí que en esta edición íbamos a hablar de cómo poner límites en este tipo de familia. Así que dale, vamos:
Primero que nada: identificá cómo es el rol que tomaste dentro de la familia
Es típico que normalicemos ciertas cuestiones por el hecho de que sean frecuentes.
Se naturalizan los malos tratos, las críticas, el hablar por detrás, el mal humor constante, los comentarios de desaprobación.
Los roles desdibujados son uno de los temas que más trabajo con mis pacientes porque, cuando cada integrante de la familia no tiene una posición individual clara en el rol que cumple (entonces la madre es amiga de la hija, o hija de la hija; o el padre, a su vez, es hijo de su esposa), los hijos también se desdibujan en su rol.
Y terminan cumpliendo con urgencias que no son urgencias, o asistiendo a sus padres en carácter de padres de ellos.
Pero esto no es lo peor, sino el hecho de que lo tienen naturalizado, es un hábito diario incorporado que nunca se han cuestionado.
Entonces surgen comentarios como “mi mamá me llama dos veces por día y yo ya no sé que decirle”, o “cada vez que le cuento algo bueno a mi papá, me lo descalifica y me habla mal”, también comentarios sobre otro miembro de la familia como “tu papá piensa que no está bien lo que estás haciendo”, y con estos ejemplos podría seguir.
Por lo que digo, identificar qué rol tomaste aquí es lo primero:
¿Por qué atendes cuando te llama tu madre, si te molesta?
¿Le expresaste de alguna manera que querés conversar menos?
¿Pudiste hablar alguna vez con tu padre de que te hace daño escuchar los comentarios que hace?
¿Si lo hablaste y continúa con su actitud, por qué seguís contándole cosas esperando su aprobación?
¿Participás en conversaciones en donde se habla de miembros de la familia (y de forma crítica), que no están presentes? Porque si participas, es hora de que te lo cuestiones. Ya que cuando vos no estás se habla así de vos. Y no es contra vos, específicamente, es la forma de comunicarse que tienen en esa familia.
No se puede construir un camino propio sin antes registrar en cuánto estás contribuyendo a que esta familia siga siendo tóxica, o al menos, en cómo hacer para que te afecte en la menor manera posible.
Mientras sigas esperando que cambien, seguirás enojado/a
Es probable que tengas muy al alcance de tu mano hablar mal, agredir o gritar, si te criaste en una familia de este estilo. Lo contrario de esto es que tragues todo y por algún lado explotes (con reacciones, con crisis de nervios o de angustia), o implosiones (con síntomas físicos, con acné y/o nódulos, tumores, entre otros).
Y parte de haber identificado tu posición aquí, es poder ver que seguramente vos tampoco te comuniques de una buena manera. Sí, ya sé. Estás cansado/a de que del otro lado viene siempre la misma respuesta. Lo que sucede es que esto no es en búsqueda de que el otro responda distinto, te aplauda por tus logros o te de un abrazo. Estamos buscando que utilices, sanamente, este escenario que accidentalmente te toca presenciar (tu familia), como situación de práctica para futuras situaciones de tu vida.
Cambiar tu actitud, aprender a comunicarte, decir NO cuando querés decirlo, hablar expresando lo que te sucede y no gritar reclamos, tiene que ver con una construcción interna que sólo vos podés hacer.
Si estos movimientos tuyos causaran que alguno de los miembros de tu familia actúe distinto, si a partir de lo que decís -o de como lo decís- hay una buena recepción y te sentís escuchado/a y hasta alguno de esos vínculos se modifica para bien, bienvenido sea.
Si no es así, recordá que esto es en función de que vos construyas una mejor comunicación tanto en este, como en todos los entornos de tu vida.
No sos el centro del universo
Correte un poco del centro de la escena. A todos en estas familias, le repercuten las consecuencias negativas de lo que estamos conversando.
No son así con vos porque quieren que te vaya mal, que seas infeliz o incluso, porque no te quieren.
Cada uno da lo que tiene, y tus padres deben criarte y cuidarte hasta cierto momento de la vida. Luego, vos deberías comenzar a buscar herramientas en otros lugares, y dejar de depositar ese grado de expectativas en ellos que, si no te dieron lo que sentís que no te dieron, probablemente no supieron cómo, o ellos mismos no lo tenían.
Si bien es importante que veas lo que te sucede de manera importante, también es preciso que te corras de que “te están haciendo mal”, porque eso te coloca en cierto lugar de víctima en donde sólo esperás cambios por parte del otro, como si vos no tuvieras un campo de acción en el cual comenzar a moverte.
Lo bueno, si breve, dos veces bueno
¡Este es el final del correo de hoy!
Sé que hablamos de temas complejos y profundos. Así que gracias por quedarte a leer, y espero que puedas trasladar lo que hablamos, a la vida real.
Si te sentiste identificado/a con algo de lo que leíste y lo querés compartir para que le sirva a más personas, podés sacarle una captura de pantalla y subirlo a instagram etiquetándome como @danielmartinez.ok así puedo compartirlo.
Que tengas un buen domingo.
Gracias por estar,
Danny.