Ey… ¿Cómo vas?
Probablemente este correo te resulte un tanto contradictorio, como tantas cosas de la vida. Seguramente convivimos con muchos aspectos contradictorios adentro de cada uno de nosotros pero, al estar tan acostumbrados a nosotros mismos, no lo registramos. Así que… una contrariedad más, una menos… leélo con calma que quizás -y ojalá-, te sea útil.
Es que resulta que, el principal obstáculo para alejarnos de lo que nos aleja de nosotros, es la dificultad para acercarnos a lo que nos acerca a nosotros.
Te lo explico más simple: veo de manera muy frecuente, en consultas privadas, en charlas al aire y en los tratamientos, que a muchas personas no les cuesta ser responsables. Es decir, no les cuesta ir a trabajar -de hecho, lo hacen por demás e incluso recibiendo un mínimo reconocimiento-, no les cuesta encargarse de los problemas de los demás, no les cuesta ser puntuales, no les cuesta pagar sus cuentas a tiempo, no les cuesta hacer sus chequeos médicos.
Les cuesta el disfrute, la no responsabilidad, el "hacer nada".
Si miran una película están pensando en el trabajo.
Si se concentran en la película también piensan que están siendo improductivos, que podrían estar haciendo otra cosa.
Si durante la jornada laboral estuvieron esperando a la noche para dormir, cuando llega la hora de dormir... están pensando en trabajo.
¿Te pasa?
¿Cómo hacemos para conectarnos con las otras partes de nuestra vida? Esas que no tienen que ver con obligación, con cumplir con otros, con llegar a tiempo o con ser responsables.
Te propongo que trabajes en vos si esto que escribo te identifica porque, en verdad, las situaciones de bienestar son aquellas que nos ayudan a sobrellevar las situaciones de padecimiento.
Por supuesto que, para quienes ya me conocen, cuando yo digo "trabajar en vos", me refiero a que busques ayuda profesional. No vaya a ser que seas tan responsable... que intentes arreglarlo solo/a.
Tené en cuenta que muchas veces no es tan posible el hecho de “soltar” aquello que te hace mal porque, de alguna manera, de algo tenés que sostenerte y muchas veces ese “algo”, no es la mejor opción. Pero a la vez, si lo soltás, te quedás sin nada, o al menos eso puede parecer. Si te ponés a pensar, ¿cuántas veces escuchamos a alguien permanecer en una mala relación de pareja, y no terminar por miedo a quedar “solo/a”? Incluso, puede que ese alguien hayas sido o estés siendo vos ahora.
Mi punto es que puede ser más llevadero y sostenible en el tiempo alejarse de lo que te aleja de vos, aumentando las situaciones de satisfacción.
Como una cosa lleva a la otra, puede que hayas leído lo anterior y pienses: “¿Qué situaciones/cosas/personas, me dan satisfacción?”
Y si no tenés ni idea de esto, no creo que sea porque no las haya, sino más bien porque es necesario que te puedas conocer más y mejor.
A mí me da satisfacción escribirte esto porque, mientras lo hago redescubro, aprendo y reviso conceptos, tanto en la teoría como en la práctica. Además, puedo llegar a imaginarme que lo recibas en distintas situaciones, y de qué diversas maneras puede ser útil para vos.
Quizá no lo leas hoy y por ahí lo abras en dos meses. Por ahí ni siquiera estás suscrito a este envío, y lo descubrís en un tiempo.
Me gusta pensar que lo que escribo es atemporal, y puede servirle a quien sea, en cualquier momento.
Si a vos también te gusta recibir este correo, podés sacarle una captura de pantalla a algún fragmento que te resulte significativo y subirlo a tus historias de Instagram para compartirlo. Si lo hacés, no te olvides de etiquetarme así puedo verlo.
Que tengas un domingo en donde no importe tanto cuan productivo/a seas.
Danny.
Eres el mejor ❤️